Por la carretera de Arbúcies GI-552 se llega al municipio de Breda (km 4-5). Una vez aquí, la ruta comienza en la plaza del Convent, la cual conforma el centro del pueblo, donde están el Ayuntamiento y la Iglesia.
Se realiza la ascensión a la ermita y la colina de Santa Ana, edificio histórico barroco, incluido en el inventario del Patrimonio Arquitectónico Catalán y punto desde donde hay una vista completa de todo el municipio de Breda.
Se trata de una ruta muy fácil, ideal para familias, de menos de 1 km de recorrido lineal. Se empieza en la plaza del Convent y se atraviesa el pueblo dirección sur, pasando por la plaza del Dr. Rovira i Benet, hasta llegar a la Fonda Santa Ana, que es el punto donde se cruza la carretera GI-552.
Comienza una pista forestal con el manso de Can Soldevila, que lleva directamente a la colina y la ermita de Santa Ana.
En el siglo XIII el cerro de Santa Ana se llamaba cerro de Llagostera, topónimo que podría derivar del manso de Llagostera que había en un lugar impreciso de la colina. La primera referencia documentada de la ermita es del 1624, pero el actual edificio, de estética barroca, es de 1789. La ermita, tal y como la conocemos, es de una sola nave y tiene una sacristía adyacente construida el año 1862.
Breda ha tenido, históricamente, una gran devoción por Santa Ana. Cada 26 de julio, con motivo de la onomástica de la santa, se celebra un encuentro con oficios religiosos, sardanas y venta de tortas. La noche del 10 al 11 de septiembre se hace un pasacalles y un acto para celebrar la Fiesta Nacional de Cataluya, que culmina con la izada de la bandera, que se ve ondear junto a la ermita.